Secretos, silencios, abusos. Un llamado telefónico despierta entre Eni y Alcira, los personajes principales de esta novela, un recuerdo sepultado. Una permanencia latente de casi cuarenta años esperando explotar. Una niña de diez años ha creado una muralla de protección, pero la mujer adulta, acechando desde el otro lado del mundo, escondida en el exilio, no puede sostenerla más. Dos amigas se entregan a un mundo de emociones que pasan por la obsesión de la culpa, el dolor de la verdad y la reparación del ser.
Alicia Kozameh ha escrito una novela que explora más allá del acto indigno y pecaminoso, sino que se atreve a escarbar en la psiquis de sus personajes con lucidez, con la búsqueda constante de una certeza embarrada, enmascarada en la niebla de las memorias. Con una narrativa feroz, pero delicada al mismo tiempo, la autora nos hace caminar por el pasado y presente de sus personajes, llevándonos a una relación íntima con ellos. Kozameh nos habla con diferentes voces que nos insinúan las miserias que forman al ser humano y que lo marcan para siempre, pero también nos sugiere un camino hacia la redención que cada uno debe encontrar por sí mismo.